Contrario a la creencia popular, el 25 de diciembre no marca el nacimiento histórico de Jesús, sino que fue establecido en el siglo IV para coincidir con festividades paganas como las Saturnales y el culto al Sol Invictus. La figura de Santa Claus evolucionó desde San Nicolás de Bari hasta el icónico personaje creado por Thomas Nast en 1863, fusionando caridad cristiana con imaginario comercial.
Los adornos navideños, desde el árbol hasta la flor de Pascua, tienen sus raíces en tradiciones celtas y germánicas de celebración del solsticio. Incluso los elementos culinarios navideños contradicen las tradiciones judías originales. Sin embargo, como señaló el historiador H. G.
Wells, esta mezcla multicultural no disminuye el impacto histórico de la figura de Jesús, cuyo nacimiento sigue siendo celebrado globalmente, aunque con significados diversos. En la actualidad, la Navidad representa tanto una festividad religiosa como un fenómeno comercial global, manteniendo sin embargo su capacidad de inspirar bondad y unidad.
Redacción Dialektosdigital
